Pero este entorno se muere lentamente
Nació como aliviadero para el río Guadalete en sus crecidas, y al mismo tiempo embellecía una zona de la ciudad donde las casas crecían como los champiñones. Anteriormente la zona era una escombrera, pues imaginaros como mejoró con la idílica laguna. Las aves no tardaron en descubrir las posibilidades del lugar y la laguna se llenó de vida.
Ahora ya no crecen las casas, es más, una gran cantidad de ellas están deshabitadas. La burbuja inmobiliaria estalló y nuestro ayuntamiento ya no tiene dinero para mantener la laguna. Las papeleras están llenas, nadie las vacia. El agua se está evaporando y la que queda huele a putrefacción. Las carpas están muriendo debido a la falta de agua y a la temperatura de la que queda. Donde no queda agua puede observarse la acumulación de lodo y de basuras en el fondo del lago, hay vallas, neumáticos e incluso electrodomésticos. Las aves están abandonando la laguna, espero que ninguna haya dejado pollos abandonados.
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